viernes, 13 de noviembre de 2009

22@Santa Cruz, ¿transformamos la refinería de Santa Cruz?

El proyecto 22@barcelona transforma doscientas hectáreas de suelo industrial en un distrito innovador que ofrece espacios modernos para la concentración estratégica de actividades intensivas en conocimiento, un entorno de elevada calidad para trabajar, vivir y aprender.
Esta iniciativ es a su vez un proyecto de renovación urbana y un nuevo modelo de ciudad que quiere dar respuesta a los retos de la sociedad del conocimiento. Es el proyecto de transformación urbanística más importante de la ciudad de Barcelona en los últimos años y uno de los más ambiciosos de Europa de estas características, con un potencial inmobiliario alto y una inversión pública del plan de infraestructuras de 180 millones de euros.
Durante muchos años se ha debatido sobre la retirada o no de la refinería de la capital tinerfeña y algo similar a este proyecto podría ser una propuesta de reciclaje de los terrenos ocupados. Por otro lado, muchísmas personas rechazan que se transforme un depósito de combustible en espacio cultural, no entienden la interrelación y el dinamismo posible entre lo industrial y lo residencial ¿sería aceptado un proyecto de esta magnitud en Santa Cruz o se impondría un tajante rechazo?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda sería ideal una transformación así del espacio que ocupa la refinería. Esta tiene los días contados (no digo que se desmantele en 5 años, pero dudo que dure 25 más) y la alternativa no es otra actividad similar pues la industria de producción y transformación lo tiene imposible en las islas: en esta zona del mundo sale mucho más a cuenta montarla en Marruecos (salarios, costes mediambientales, facilidades administrativas y de transporte,...).

El problema es que no podemos hacer algo así sin más. Barcelona antes de hacer el 22@ ya era un centro de comercio internacional, donde se asentaban empresas tecnológicas de primer nivel procedentes de toda Europa y el Mundo y que comerciaban con toda Europa y el Mundo. Ya era un nodo importante en la red comercial global y el 22@ le dió un impulso.

Hacer una zona tecnológica sin más se puede convertir en un gran espacio de oficinas vacías. Caso similar el de la RIC, que se las prometía felices para atraer inversión extranjera, industrias tecnológicas,... lo más de lo más. Al final se quedó en el chanchullo de los de siempre, porque de lo otro poco o nada se ha visto.

Así que primero hay que darle un giro al modelo productivo de las islas, apostar realmente por industrias tecnológicas, estrechar lazos comerciales con nuestros vecinos africanos y en la medida de lo posible con Europa (y no hablo de entrar compitiendo en precios, sino en innovación) y luego nos plantearemos construir espacios específicos para estas empresas tecnológicas ya asentadas.

No construyamos la casa por el tejado.